Como
ven la obesidad conlleva una serie de problemas interminables, pero todo esto
se puede evitar con una adecuada prevención desde los primeros años de vida del
niño, ya que teniendo correctos hábitos alimenticios y un estilo de vida
saludable desde pequeños, son más fáciles de mantener durante toda la
adolescencia y la edad adulta.
La
escuela tiene un papel importante en la prevención de la obesidad ofreciendo a
los niños información sobre los aspectos nutricionales de los alimentos y
cuáles son los hábitos alimentarios que deben adoptar para mantener una buena
salud, un ejemplo: comer frutas y verduras. Es realmente importante que la
familia se involucre en el cambio de los hábitos de vida, procurando comer
juntos cuando sea posible, y participando en deportes y actividades recreativas
junto al niño.
Los
objetivos en el tratamiento de la obesidad infantil se deben establecer a largo
plazo, ya que es mejor que la pérdida de peso sea lenta y progresiva, ya que lo
que se quiere además de eliminar el sobrepeso, es inculcar un estilo de vida
saludable, basado en una alimentación equilibrada y la práctica de ejercicio
físico.